Una situación de conflicto prolongado crea pobreza, privaciones, incertidumbre y temor, y perpetúa el sentimiento de indefensión y de falta de dignidad.
Esta situación ha dado por resultado que el personal del PNUD pida fondos al UNIFEM para financiar los servicios de expertos en cuestiones de género, y ha dado lugar a frustraciones cuando el UNIFEM no puede hacerlo.