En esta parte del mundo las noches no existen, las personas viven con veinticuatro horas de luz al día, a muchos incluso se les olvida cuándo es que deberían irse a dormir.
¡Vean esto!
Son las tres de la mañana y soy la única persona caminando por esta calle, parece un pueblo fantasma.
Y por si esto fuera poco, esta ciudad se está literalmente moviendo pieza por pieza, pues su suelo ya no aguanta las estructuras.
Uau, verdaderamente nuestro mundo nunca dejará de sorprenderme.
Amigos y amigas, ¿cómo se encuentran?
Los saludo exactamente a las dos con treinta y tres de la madrugada.
Y ustedes estarán preguntando, Luisillo, ¿por qué si en plena madrugada hay tanta luz?
¿qué clase de brujería es esta?
Pues porque nos encontramos en pleno verano, bien cerquita del Polo Norte, experimentando el fascinante fenómeno de las noches blancas.
