Y quienes viven allí durante mucho tiempo pueden sufrir de problemas como cefalea, insomnio, fatiga, pérdida de apetito, dolores musculares y articulares.
La depresión puede intensificar notablemente los antojos de comida específicos, que llegan a percibirse como el único placer de la vida… pero que nunca te satisfacen realmente, y siempre quieres más.
Marilla tenía algo que decir a Ana, pero no lo dijo entonces pues sabía que la subsecuente excitación de la niña la arrancaría de asuntos tan materiales como el apetito.
La depresión puede convertir las tareas cotidianas en grandes dificultades y reducir tus ganas de comer, lo que lleva a una reducción drástica del consumo de alimentos y a una pérdida de peso poco saludable.
La nicotina es una droga muy curiosa: en dosis bajas es estimulante y actúa sobre la adrenalina y la dopamina, igual que la cocaína o las anfetaminas, aumenta la concentración, la memoria y quita el apetito.
Yendo, pues, desta manera, la noche escura, el escudero hambriento y el amo con gana de comer, vieron que por el mesmo camino que iban venían hacia ellos gran multitud de lumbres, que no parecían sino estrellas que se movían.