Los jóvenes sin un empleo adecuado y desesperados por el futuro son causa de inestabilidad y podrían ser manipulados con demasiada facilidad por los políticos.
Nuestra desesperación ante la enormidad de este desastre debe canalizarse en motivación para asegurar una preparación mucho mejor la próxima vez que la naturaleza ataque.
África, en particular, sigue siendo una zona de conflictos y de inestabilidad, y esta situación agrava los sentimientos de indefensión y de angustia de nuestros pueblos.
Más de un año después de que la comunidad internacional se lanzara con su cuerda de salvamento, Haití continúa luchando en un mar de violencia y desesperación.
Es obvio que el futuro del mundo se entrelaza con su estado actual y con las tendencias prevalecientes, las cuales nos dan señales de esperanza y de desesperación.
Su desesperación resulta más fácil de entender cuando vemos que casi 90 millones de jóvenes están desempleados y representan más de la mitad de los desempleados del mundo.
En el párrafo 143 de ese documento, los líderes mundiales subrayan “el derecho de las personas a vivir en libertad y dignidad, alejadas de la pobreza y la desesperación”.
La violencia ha sido siempre el último recurso de los oprimidos —oprimidos por diversos grupos étnicos o religiosos, por gobiernos y también por la pobreza, el hambre y la desesperanza.
La acción colectiva y las soluciones multilaterales para los conflictos actuales constituyen la mejor esperanza para los millones de civiles que se ven atrapados entre la muerte y la desesperación.
No cabe duda de que el éxito de estas iniciativas tendrá un efecto en la vida de los millones de personas que viven en la pobreza y en la desesperación.
La propagación de la libertad y de las oportunidades económicas a todos los ciudadanos es la manera más segura de librar de la pobreza y de la desesperación a sociedades enteras.
Permanecer unidos es nuestra mejor contribución para garantizar que nuestros hijos puedan vivir en paz en un mundo donde no exista la pobreza, la desesperación y el conflicto en los años venideros.
Ello resulta especialmente penoso debido a que, si no se tratan inmediatamente, algunos daños, tales como el trauma psicológico, pueden ser irreparables, por no hablar de la oscura desesperación que produce la desilusión.
También pedimos a las naciones generosas que ha prometido apoyo y asistencia, que aceleren la entrega de los recursos que tanto se necesitan para mantener y reconstruir los medios de vida de los desesperados.