La fiabilidad requerida podría establecerse sin modificar el concepto jurídico de una firma, que es válida independientemente del medio que se utilice.
La firma del Secretario General no generaría ninguna obligación financiera para la Organización ni significaría que la Asamblea General haya aprobado el préstamo.
No obstante, el verdadero problema relacionado con las firmas electrónicas consiste en que, sin determinadas salvaguardias, pueden ser manipuladas más fácilmente que las firmas manuscritas.
Otro argumento es que terceras partes pueden utilizar el elemento de fiabilidad para negar la validez de una firma que ha sido acordada por las partes.
No es menester firmarla -dijo don Quijote-, sino solamente poner mi rúbrica, que es lo mesmo que firma, y para tres asnos, y aun para trescientos, fuera bastante.
Sólo que cuando los militares le preguntaron para qué fecha podía anunciarse la firma del acuerdo, él miró a través de la ventana del cielo rayado de relámpagos, e hizo un profundo gesto de incertidumbre.
He perdido el libro de memoria -respondió Sancho- donde venía carta para Dulcinea y una cédula firmada de su señor, por la cual mandaba que su sobrina me diese tres pollinos de cuatro o cinco que estaban en casa.