Ahora bien, la pobreza forma parte también de la estructura social de muchos países desarrollados, ese “cuarto mundo” que surge inesperadamente ante nuestros ojos.
Ello permitiría a las Naciones Unidas responder a las necesidades inmediatas de los afectados por los desastres mientras se moviliza más asistencia a largo plazo.
Por su parte, Azerbaiyán ha asignado un millón de dólares a la asistencia humanitaria de emergencia de las Naciones Unidas para las necesidades de socorro inmediato.