1.Se clasifican en tres categorías según su tipo y cantidad en función de su atractivo, es decir, del interés que representa su robo o desvío para los delincuentes.
2.Los delitos contra la propiedad intelectual se pueden desglosar en tres categorías: la violación del derecho de autor, la violación de marcas y el robo de secretos comerciales.
3.Las violaciones relativas al robo de secretos comerciales consiste en el robo de información protegida y delicada de gran valor y abarca todos los tipos de industria, desde la manufacturera hasta los servicios financieros y la alta tecnología.
4.El libre flujo de información, que es la sangre de Internet y, en consecuencia, también del comercio realizado por ella, ofrece innumerables oportunidades a los delincuentes para apropiarse indebidamente de información personal y utilizarla para cometer delitos.
5.Mediante sistemas tecnológicos que pueden adquirirse en el comercio, los datos de tarjetas de crédito auténticas se pueden obtener en un país determinado por la mañana, y fabricar tarjetas falsificadas por la tarde en otro país para utilizarlas luego en otro lugar.