También llevo aquí objetos de aseo, el peine, la pasta de dientes con el cepillo, también tengo las llaves de mi casa, el desodorante, la cartera y las llaves del coche.
El resto de la tropa, entretanto, liquidaba la jornada con sus rutinas nocturnas: las gárgaras de eucalipto y la radio, los bigudíes frente al espejo o el tránsito hacia el café.