Ese bandolerismo, del que no se salvan ni el campo ni las ciudades, ni mucho menos las carreteras, se manifiesta en diferentes formas, como sustracciones de vehículos, robos a mano armada o asaltos a los usuarios de las carreteras.
Venid acá, ladrones en cuadrilla, que no cuadrilleros, salteadores de caminos con licencia de la Santa Hermandad; decidme: ¿Quién fue el ignorante que firmó mandamiento de prisión contra un tal caballero como yo soy?