Un funcionario, refiriéndose a la gestión basada en los resultados, señaló que “cuando las cosas marchaban bien, nadie se preocupaba por ella, y cuando las cosas marchaban mal, igual no importaba”.
La propuesta de asignar el 1% del presupuesto de la Organización para cubrir los gastos de la Corte es inaceptable si verdaderamente queremos que se respete el Estado de derecho en las relaciones internacionales.