Salvaguardamos resueltamente la soberanía y la integridad territorial del país, y no toleramos de ninguna manera que se repita la tragedia histórica de la escisión del país.
España actualmente tiene algunos problemas internos, como por ejemplo un movimiento separatista en Cataluña y la gran inmigración a Europa que comenzó en el 2015.
Más de 70 años después, el legado de la partición sigue claro en el subcontinente, en sus nuevas formaciones políticas y en la memoria de las familias divididas.
Los telómeros recubren a los cromosomas y permiten que el ADN se copie cada vez que una célula se divide sin dañar el código genético, y se acortan en cada división celular.
Excepto las neuronas: sucede que no tienen centrosoma, una estructura esencial para la mitosis ¡y no pueden dividirse! (o sea: multiplicarse, que, curiosamente, en este caso es lo mismo).
Europa y España con ella tiene que hacer frente a unos retos que son globales y ante los que no cabe la debilidad o la división sino la fortaleza de la unión.
Acabamos de ver cómo se pasó de un estado romano basado en el poder central y un vasto territorio a un estado basado en vínculos personales fragmentado en los distintos feudos.
Dicha resolución condena en términos categóricos la división creada en la sociedad humana por el Escapismo, al que califica de crimen contra la humanidad que debe ser perseguido por la ley internacional.