A este respecto, la fuente afirma que no es la primera vez que se detiene sin cargos y por largos períodos a un ciudadano árabe saudita de religión chiíta tras su regreso al país después de realizar estudios religiosos en el Irán.
Entre las personas decapitadas el 12 de marzo, 41 pertenecían a la minoría chiíta y habían participado en las protestas antigubernamentales de 2011-2012 para pedir una mayor participación política.