Siempre lo has tenido así -dijo el coronel, pero luego observó el cuerpo de la mujer enteramente cubierto de retazos de colores-. Pareces un pájaro carpintero.
Pero no deja de tener sus peligros -dijo el coronel. Perdió de vista al administrador, pero lo recobró entre los frascos de colores del carrito de refrescos-. La humanidad no progresa de balde.
La gente, en sus casas, marcaba los avances con alfileres de colores sobre los mapas clavados en las paredes. Yo, en la soledad de la mía, me informaba sobre lo que en mi país iba aconteciendo.