Sintió horror por la total destrucción de ciudades, la desaparición de aldeas y la muerte de miles de niños inocentes y personas jóvenes y de avanzada edad.
Jane y Elizabeth temían su llegada, especialmente Jane, que suponía en Lydia los mismos sentimientos que a ella la habrían embargado si hubiese sido la culpable, y se atormentaba pensando en lo que Lydia debía sufrir.