Desde la última vez que el Consejo de Seguridad abordó la cuestión de Timor-Leste, la situación política general ha seguido siendo tranquila y estable.
En efecto, por lo general el entorno ha sido tranquilo durante el período que estamos examinando, y únicamente se han producido algunos hechos de interés.
Los Estados vecinos necesitarán entender el proceso, apoyarlo y —no menos importante— sentirse tranquilos por la forma en que se lleve a cabo el mismo.