El mundo respiró aliviado al término de una guerra devastadora, pero ocuparon su lugar nuevas amenazas y retos, ante todo el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones.
Ello ha generado importantes cambios en la composición de la atmósfera terrestre, afectando así el aire que respiramos y el clima, que incide sobre la vida de todo ser humano en el planeta.
En las fuerzas de seguridad todavía se respira un clima de impunidad desde la base, a pesar de que se hacen más investigaciones y celebran más consejos de guerra a los presuntos culpables.