Presuntamente eran amenazadas de violación, sometidas a cacheos humillantes, obligadas a desnudarse y vigiladas por mujeres reservistas mientras sus celdas eran registradas por guardias o soldados.
Un experto señaló que el término "regulares" podría ser restrictivo puesto que normalmente se refería a las fuerzas uniformadas, lo que excluía, por tanto, a las fuerzas reservistas.