Se me están hinchando los labios un poco.

我的嘴唇都肿了起来。

Porque es que me hinché a comer, y después de comer, me quedé frito.

因为我吃了很多东西，饭后我便睡着了。

A estas personas se les hinchan las piernas, por ejemplo, porque acaban teniendo mucho líquido acumulado.

例如，对于腿部膨胀的人来，他们因为积累了很多的液体。

Y siempre le habían sucedido cosas, cosas dignas de Charles Dickens que le hinchaban el chaleco sobre el corazón.

他每次这样一坐，总有一些意外的遭遇——查尔斯·狄更斯式的遭遇，使他的坎肩胀过心口，背后是如此。

Me quité los guantes, y tenía la mano completamente hinchada.

我摘下手套，手已经完全肿了。

La cicatrización rápida no quería decir nada: al cabo de un tiempo imprevisible la cicatriz podía hincharse, abrirse de nuevo y supurar.

伤口迅速愈不明任何问题, 过一段时间后, 伤疤可能肿起来, 重新裂开、化脓。

Nunca decía " regate" , siempre decía " gambeta" , nunca decía " afición" , siempre decía " hinchada" .

他从不“运球”，他总是“运球”，他从不“”，他总是“范达”。

A mí se me suele hinchar el músculo y me duele el brazo por un par de días luego de ciertas vacunas.

在接种某些疫苗后的几天里， 我的肌肉经常会肿胀， 手臂会疼痛。

Gente que se hinche... que se hinche a currar, gente que se hinche a currar y que lo hagan bien.

那些膨胀起来的人… … 那些膨胀起来工作的人，那些膨胀起来工作并且做得很的人。

El coronel levantó la vista. Vio al alcalde en el balcón del cuartel en una actitud discursiva. Estaba en calzoncillos y franela, hinchada la mejilla sin afeitar. Los músicos suspendieron la marcha fúnebre.

上校抬了抬眼，瞧见市长站在营房的阳台上，姿势夸张。他穿着法兰绒睡衣，双颊浮肿，胡子没刮。乐手们停止了演奏。

Y por la misma razón, el polen puede hacer que se hinchen los ojos.

Mi madre hinchada por los corticoides y mi padre en los huesos.

Rosemarie —dijo Karl-Erik mientras hinchaba el pecho—.

Haz de suscriptor premium hinchar las hispanas. Com. Yo soy alejandro y esto fue todo por hoy.

Vamos soplando y entonces la burbuja se va hinchando

Cuando el Caldo regresó con Joaquín, que tenía la nariz toda hinchada, nos dijo que empezaba a estar harto y que si seguíamos así ya veríamos.

Por suerte, la piel humana es muy flexible, así que probablemente solo te hincharías hasta llegar al doble de tu tamaño.

Se quedó asombrado cuando vio cómo hacía girar la canoa con la ayuda del timón y cómo rotaba, se hinchaba o se aflojaba la vela según el rumbo que tomáramos; digo que, cuando vio todo esto se quedó estupefacto y atónito.

José Arcadio Buendía los pagó, y entonces puso la mano sobre el hielo, y la mantuvo puesta por varios minutos, mientras el corazón se le hinchaba de temor y de júbilo al contacto del misterio.