Lo que más le inquietó de aquella visión fugaz fue que la sintió exactamente igual a ella, como si se hubiera visto a sí misma con veinte años de anticipación.
Es en 1305 cuando el pintor Florentino Giotto, en su adoración a los reyes magos, incorpora por primera vez al imaginario la famosa estrella fugaz, con su cabeza y su cola.
Tuve una visión fugaz de figuras humanas que echaban a correr, y oí dentro la voz de Holmes que les daba la seguridad de que se trataba de una falsa alarma.
Él, que vivió entre los siglos I y II d.C, afirmaba que cuando una estrella fugaz caía del cielo era porque el reino de los dioses se abría a los mortales.
Ahora dirigía su mirada hacia el resplandor de la llanura, mientras tres de las grandes aves se agazapaban en posición obscena y otras doce atravesaban el cielo, provocando fugaces sombras al pasar.
Allá abajo les ha llovido —aquella nube fugaz que veló el prado verde con sus hilos de oro y plata, en los que tembló, como en una lira de llanto, el arco iris.
Un día Melchor, de larga barba blanca estaba mirando las estrellas desde su palacio cuando de pronto vio una estrella fugaz, que se detuvo en el firmamento y brilló más que las demás.