El Grupo sigue formulando denuncias falsas de que el territorio de Rwanda se utiliza para “actividades de reclutamiento, infiltración y desestabilización”.
Ha luchado contra la complicidad de sucesivos gobiernos españoles que han heredado políticas basadas en el silencio, la información falsa y la manipulación.
La explotación de causas nobles para obtener una falsa victoria sólo puede desacreditar a la Organización y restar méritos a los proyectos de resolución.