Al contrario de otros principales que usaban pelucas anacrónicas y botones de esmeralda, el marqués vestía en cuerpo con ropas de algodón, y birrete blando.
Cualquier rama suya, engalanada de esmeralda por abril o de oro por octubre, refrescaba, sólo con mirarla un punto, mi frente, como la mano más pura de una musa.
La tierra de las esmeraldas, la cumbia y donde le ponen queso al chocolate caliente, posee 50 millones de habitantes y es el segundo país más poblado de América del Sur.
El señor Weasley se sacó del bolsillo un saquito, lo desanudó, cogió un pellizco de polvos de dentro y lo echó a las llamas, que adquirieron un color verde esmeralda y llegaron más alto que antes.
Una iniciativa de UNICEF en Ecuador con la que chicos y chicas de la región de Esmeraldas están aprendiendo a mediar en conflictos y colaborar entre ellos.
Recordemos que una de las travesuras que Elon y Kimball hacían de pequeños era robar esmeraldas de la casa familiar y llevarlas a Tiffany's o a la joyería neoyorquina a venderlas porque su padre tenía entre otras cosas una mina de esmeraldas.