Esa situación alienta las prácticas no sostenibles, entorpece la financiación para la ordenación sostenible de los bosques y contribuye a la deforestación.
A pesar de algunas tendencias positivas, todavía es necesario seguir luchando contra la deforestación y la degradación de los bosques en muchos países.
Además, la desertificación, la deforestación y la diversidad biológica son cuestiones decisivas para los países africanos, y hay que afrontarlas de manera más minuciosa.
Muchas Partes (China, la India, Malawi, Zambia y otras) tienen una gran dependencia de la energía derivada de la biomasa, que contribuye a la deforestación.
Pese al progreso sustancial alcanzado en la formulación y aplicación de políticas forestales nacionales, la deforestación y la degradación de los bosques prosigue a una tasa alarmante.
Se habían utilizado imágenes de ALSAT-1 para vigilar ecosistemas precarios en regiones montañosas y la deforestación en Argelia, así como para actualizar los mapas de la desertificación.
Algunos señalan, no obstante, que la deforestación y la degradación de los bosques continúan y que un acuerdo efectivo jurídicamente vinculante mejoraría la gobernanza internacional de los bosques.
Como seguimiento de esas reuniones regionales y mundiales, se organizaron en todos los continentes 14 seminarios regionales para abordar las causas subyacentes de la deforestación y la degradación forestal.
Entre otros problemas ambientales importantes figuran la degradación de los suelos causada por la deforestación y prácticas agrícolas inadecuadas, la pérdida de agua y la destrucción de manglares para proyectos de acuicultura.
El resultado ha sido la sobreexplotación de sus recursos naturales, con efectos adversos como la deforestación, la desertificación, el agotamiento de las aguas subterráneas, la contaminación y la reducción de la diversidad biológica.
En su opinión, es imprescindible ocuparse de la infraestructura del país —sobre todo de las carreteras y del sector de la energía— así como combatir la deforestación y la degradación del medio ambiente.
Por regiones, la mayor deforestación en 2000-2018 se produjo en Sudamérica (68 millones de hectáreas deforestadas), seguida de África (49 millones de hectáreas).
Pese a todos estos depredadores, la mayor amenaza para el panda rojo son las personas que han afectado a esta especie principalmente a través de la deforestación de sus hábitats increíblemente únicos.