El boletín estaba dirigido a todos los funcionarios de las Naciones Unidas, incluidos los funcionarios de órganos y programas administrados separadamente.
La noticia está en que el reloj del juicio final del boletín de científicos atómicos se fijó en 90 segundos como el tiempo que falta para la medianoche o el colapso de la humanidad.
El único que no podía mejorar era Agnan. Agnan es el primero de la clase y el ojito derecho de la maestra. El director nos ha leído el boletín de Agnan
Esta tarde, en la escuela, no anduvimos con bromas, porque el director vino a clase a distribuir las notas. No tenía una pinta muy satisfecha el director, cuando entró con nuestros boletines bajo el brazo.
Llevo muchos años en la enseñanza —dijo el director— y nunca he visto una clase tan distraída. Las observaciones que su maestra ha escrito en los boletines dan fe de ello. Voy a empezar a distribuir las notas.