Aunque Zambia no fabrica o exporta armas, ha sido víctima de usuarios finales fraudulentos en manos de los cárteles internacionales de tráfico de armas.
En el sector del petróleo se ha registrado un número relativamente alto de juicios e investigaciones de cárteles, en particular respecto de la gasolina.
Por lo general los denunciantes no tienen las pruebas necesarias de la existencia de un cártel pero, sin su iniciativa, muchas causas jamás se incoarían.