Las abundantes nevadas bloquearon las carreteras de distrito e impidieron el transporte de alimentos, lo que provocó escasez y fuertes subidas de los precios.
Los alquileres están por las nubes, porque son ciudades a las que van muchas personas a buscar trabajo, y el suelo es limitado. Por lo tanto, el precio de la vivienda en ciudades como Madrid o Barcelona, cada vez está más y más caro.