Estos escarabajos también pueden ayudar a combatir el calentamiento global, pues reducen la emisión de gases de efecto invernadero asociada a la agricultura.
Y les contamos también una iniciativa para vigilar los gases de efecto invernadero y dónde están los nuevos Geoparques Mundiales reconocidos por la UNESCO.
En junio de 1997, se firmó en Japón el Protocolo de Kioto, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global.
La radiación infrarroja, que se irradia desde la superficie calentada de la Tierra, queda atrapada por los gases invernadero y afecta aún más el flujo de la energía.
Los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) producen dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, que la ciencia cree que conducen a la subida de temperatura de la Tierra.
La pérdida de bosques de algas contribuye al aumento de temperaturas, concentración de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, a la crisis climática ¿Qué se puede hacer?
Por complicado que sea este problema, el hormigón podría ayudarnos a cambiar el mundo por tercera vez, al eliminar los gases de efecto invernadero y estabilizar el clima.
África solo representa entre el 2 % y el 3 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero sufre de forma desproporcionada los resultados del cambio climático.
Ciento noventa y tres países han aprobado por unanimidad la creación de un mecanismo mundial de vigilancia de los gases de efecto invernadero, según anunció la Organización Meteorológica Mundial (OMM).