Aunque las situaciones jurídicas en el Ártico y la Antártida son muy diferentes, varias cuestiones científicas y medioambientales se parecen en algunos aspectos.
De conformidad con el Protocolo de Madrid, se han establecido procedimientos de evaluación del impacto sobre el medio ambiente para las actividades emprendidas en la Antártida.
Los cambios mundiales, especialmente el cambio climático y el agotamiento de la capa de ozono, siguen constituyendo importantes amenazas contra la integridad del medio ambiente antártico.
La mayoría de los buques de turismo que operan en la Antártida son miembros de la Asociación, y algunas compañías de yates también se les están uniendo.
Las actividades de la OMI relacionadas con la Antártida se refieren, principalmente, a la prevención y el control de la contaminación marina provocada por buques y a la seguridad marítima.
En el Ártico y en algunas regiones de la Antártida, la temperatura media de la superficie ha aumentado durante los últimos decenios mucho más rápidamente que en el resto del mundo.
La Unión tiene seis comisiones, dos de las cuales —las que se ocupan de las zonas protegidas y del derecho ambiental— han aportado contribuciones importantes a su programa sobre la Antártida.
El objeto principal del Tratado Antártico es que la Antártida siga usándose, en beneficio de toda la humanidad, exclusivamente con fines pacíficos y no se convierta en escenario u objeto de discordia internacional.
El Brasil lo está haciendo en el marco del Tratado Antártico para el desarrollo de la investigación científica, y Sudáfrica presentó información detallada sobre la labor realizada en su base en la Antártida (Sanap).
La secretaría, que se creó y entró en funcionamiento recientemente, se convertirá en un archivo central de información sobre la Antártida, en particular sobre las reuniones y las actividades en el marco del Tratado Antártico.
Tiene por misión facilitar y coordinar las investigaciones antárticas y determinar cuestiones derivadas de una mayor comprensión científica de la región que deban señalarse a la atención de los responsables de la elaboración de políticas.
Como ya he mencionado antes, este año también debemos examinar el tema trienal del programa relativo a la cuestión de la Antártida, así como el tema de la revitalización de la labor de la Asamblea General.
Se ha estudiado el movimiento de las placas y la deformación de la corteza terrestre entre la India y la Antártida para ayudar a comprender los procesos tectónicos y geodinámicos que tienen lugar en el Océano Índico.
Su flora y su fauna han debido desarrollarse en las zonas marítimas y en las franjas costeras libres de hielo, que sólo suponen el dos por ciento de la superficie antártica.
Por último, los científicos encargados del estudio de los polos piden que se intensifiquen urgentemente las capacidades nacionales e internacionales de investigación y observación ante el rápido cambio del Ártico y el Antártico.
El año pasado el agujero de la capa de ozono sobre la Antártida comenzó a abrirse relativamente tarde, en septiembre, aunque tuvo una extensión y profundidad relativamente grandes en octubre y noviembre.